miércoles, 26 de abril de 2023

 


DOLCE FAR NIENTE

PINTORES ITALIANOS REALIZADOS Y EN PROCESO




Bolonia 65x54 óleo/lienzo 2011


Borgo San Sepolcro 65x54 óleo/lienzo 2012

CAPRESE 65x54 óleo/lienzo 2011


CASTELFRANCO 65x54 óleo/lienzo 2011

COLLE DE VESPIGNANO 65x54 óleo/lienzo 2012

CORREGGIO 65x54 óleo/lienzo 2011

FLORENCIA 50x50 óleo/lienzo 2018


MANTUA 65x54 óleo/lienzo 2012

MILÁN 65x54 óleo/lienzo 2011

PARMA 65x54 óleo/lienzo 2011

PIEVE DI CADORE 65x54 óleo/lienzo 2012

ROMA 50x50 óleo/lienzo 2018

SAN GIOVANNI VALDARNO 65x54 óleo/lienzo 2011

URBINO 65x54 óleo/lienzo 2011

VENEZIA II 150x150 óleo/lienzo 2019

VENEZIA 65x54 óleo/lienzo 2011

VENEZIA III 65x54 óleo/lienzo 2011


VERONA 65x54 óleo/lienzo 2012


VICCHIO DI MUGELLO II 146x146 óleo/lienzo 2019

VICCHIO DI MUGELLO 65x54 óleo/lienzo 2011

VINCI 65x54 óleo/lienzo 2011















jueves, 22 de septiembre de 2022

PAISAJES DEL MUNDO FLOTANTE (el elogio de la sombra)

 



El próximo 30 de septiembre y hasta el 28 de octubre, se inaugura en el Centro de Arte La Empírica de Granada, la exposición individual "Paisajes del mundo flotante" (el elogio de la sombra)
 
Esta serie consta de 46 cuadros que recorren desde el siglo XVI al siglo XX la pintura japonesa. Seleccionando los lugares de nacimiento de los pintores escogidos.

Se entiende por mundo flotante, el mundo nocturno del placer, el ocio y la embriaguez, que constituía el fondo de muchos de los cuadros de los pintores japoneses del primer tercio del siglo XX. Y a su vez, el espacio físico, geográfico, de las islas que conforman el Japón. Dos mundos flotantes: el del mapa y el de los sentidos.



Son paisajes vistos desde satélite. Los mapas son planos. Representan el espacio sobre dos dimensiones. Dibujos, líneas continuas que serpentean el terreno. Huyo de las ciudades, de las cuadrículas sacadas con escuadra y cartabón. Y rebusco en la proximidad de los campos, en las tierras de cultivo, en montañas, ríos y caminos. Allí donde lo orgánico nos antecede. Utilizo herramientas de búsqueda de imágenes. Google Earth y Street View son tecnologías de la visibilidad y  muestran lo que no se reconoce de forma oficial.  
 
El paisaje visto desde el cielo ofrece apreciar la tierra con una mirada nueva. Propone una perspectiva virgen. Campos roturados, cultivos de colores irisados que cambian con la luz. El paisaje en lontananza, nos muestra lo sublime de la naturaleza. Color, volumen, geometría, forma, luz, perspectiva.


miércoles, 22 de junio de 2022

PINTURA EN EL INTERIOR 2002 - 2022

 

PINTURA EN EL INTERIOR   2002 - 2022


C. P. MADRID IV (NAVALCARNERO)

JULIO - AGOSTO


"S/T Barra libre"  200x200 acrílico/lienzo  2002


Esta exposición presenta dos aspectos novedosos, por un lado, la primera vez que se muestra una retrospectiva sobre el espacio de la obra de Ikella Alonso (Madrid, 1971); y la primera vez que se realiza una exposición de pintura, de un artista externo, en un Centro Penitenciario en activo (C.P. Madrid IV Navalcarnero).



"Espacio de Proyección III"  150x150 acrílico/lienzo 2003



 


"Espacio de Proyección I"  200x200 acrílico/lienzo 2003

Toda la obra pictórica está basada en interiores. El cuadro como espacio cerrado. “En La Nave pude ver para mi asombro, a la arquitectura convertida en pintura, por medio de una composición sobre otra, de un lienzo dentro de otro”(1) A lo largo de 20 años, se puede observar la evolución en la obra, tanto en la técnica como en la temática. Hay cuatro aspectos reseñables, que funden la obra con el espacio que las alberga.



"La mezquita azul" 150x150  óleo/lienzo  2004


La división del espacio en franjas verticales, “un efecto persiana donde se nos cuenta a través de las rendijas lo que realmente sucede en el cuadro”(2), que se interrelaciona con toda la arquitectura carcelaria.



"La agencia holandesa"  150x150  óleo/lienzo  2004




"Espacio de espacios"  200x200  óleo/lienzo  2005



"Room Tiziano 2"  150x150  óleo/lienzo  2005




"Room Van Gogh 2"  150x150  óleo/lienzo  2006



Avanzando, encontraremos obras realizadas con goteos de pintura, bajo el título “Llueve tiempo, “la dimensión temporal, el tiempo como dimensión, se asociaba al tiempo meteorológico, al tiempo “que hace” confundido con el tiempo “que pasa”, haciendo visible una metáfora netamente poética en la que el paso del tiempo se convierte en un accidente climatológico (3)




"Interior el estudio"  150x180  óleo/lienzo  2007






"Interior con lámpara de agua"  150x150  óleo/lienzo  2008






"Espacio en obras"  200x200  óleo/lienzo  2009





"Sehnsucht 3"  130x130  óleo/lienzo  2010






"Shensucht 4"  130x130  óleo/lienzo  2011




La única obra que alberga figuras, “Para que no se te olvide” (2013), representa al ser humano olvidado, en el centro de la profunda materialidad, rodeado de todo aquello que resulta inalcanzable.



"Para que no se te olvide"  150x180  óleo/lienzo  2013



Y cerrando esta exposición, nos encontramos con un cuadro, que representa un interior abierto al exterior, “en los que el paisaje ya no parece abrirse, bajo la forma del plano, sino más bien con la apariencia de una ventana que se abriese en el interior de una habitación con vistas al mar... adquiere más bien la apariencia de reflejos en un espejo roto” (4) , una ventana a través de la que se mira de forma esperanzadora.




"Le Havre X"  180x150  óleo/lienzo  2022



[i]



(1)  Juan Carlo Rico. “Teorema”.Catálogo “Ikella Alonso. Espacios interiores”, Madrid, 2004. Pág. 4

(2)  Alfonso Albacete.  “Entrelíneas”. Catálogo “Ikella Alonso. Pintura dEspacio”. Madrid, 2007. Pág, 24.

(3)  Juan Pablo Wert. “Navegación de cabotaje”. Catálogo Ikella Alonso. Llueve tiempo”. Madrid, 2009. Pág, 4.

(4)  Miguel Cereceda. “Paisajes planeados”. Texto de Sala, Ikella Alonso. Paisajes planeados”. Madrid, 2021.

 



lunes, 21 de marzo de 2022

PAISAJES INTERIORES 2022

 



"Burdeos" 100x120  óleo/lienzo 2022  Colección Particular, Murcia.





"Le Havre" 100x120  óleo/lienzo 2022  Colección Particular, Madrid.





"Burdeos II"  120x100  óleo/lienzo 2022  Colección Exiom Real State, Oviedo


domingo, 26 de diciembre de 2021

feliz 2022

 

FELIZ    2022




Este año 2021 ha sido, un periodo de transición post-covid, del cual aún no hemos salido, extensión que lleva dos años con nosotros y no tiene visos de cambio. Todas las actividades están sujetas a los movimientos que produce la incidencia acumulada de contagios. El arte o la práctica del arte, también se ve afectada. No obstante, todo el mundo continúa su actividad a pesar de no saber a ciencia cierta si saldrá el proyecto que realiza. Pero el arte nunca ha parado. Dado que es una necesidad que siente el que lo hace, siempre está en ebullición. Y realmente todo se mueve... la tierra tiembla, se abre y grita. Este año hemos podido ver como un fenómeno natural como el volcán de la isla de La Palma, enmudeció a nuestro país. Nada se puede hacer frente a los fenómenos naturales, que siempre nos muestran lo pequeños que somos. De ahí lo VIBRANTE, ya dije que estábamos en los locos años 20. Y verdaderamente son locos, porque no hay momento en el que algo suceda, lo normal, lo que tiene la vida. Después del parón del 2020, este año he tenido dos exposiciones individuales, ambas en el otoño, la primera "Tierra a la vista", en el Museo Fundación Jesús Otero de Santillana del Mar, (Santander), y la segunda en Madrid, en la recién inaugurada galería S Gallery. Estoy en un periodo creativo, preparando obra nueva para nuevos proyectos, de los que daré viva cuenta en este blog. Como digo, VIBRANTE, y espero que este 2022, nos depare a todos un año de salud y felicidad. Feliz 2022




miércoles, 24 de noviembre de 2021

Texto de Miguel Cereceda para la Exposición "Paisajes Planeados" en la S Gallery. Noviembre de 2021. Madrid

 


Ikella Alonso: la planta y el alzado

Miguel Cereceda


Ikella Alonso es un artista formado en la cercanía y el contacto con uno de los grandes
pintores españoles contemporáneos: Manolo Quejido. Sus primeras exposiciones
individuales,
en 1993, 1994 y 1995, se llevaron a cabo en El Almazén de la NaveLa nave era el espacio industrial en el que Quejido tenía su estudio y que compartía
con numerosos
artistas. Por su parte el “Almazén” era el último reducto de la Nave, que entre todos
alquilaron
y utilizaron como sala de exposiciones, y en el que además se organizaban encuentros,
cursos y conferencias, durante los años noventa. Allí estuvieron Ángel González García,
Juan Manuel Bonet, José Luis Brea y Fernando Carbonell, y otros muchos críticos y
profesores universitarios, impartiendo conferencias y participando activamente en los
debates.
Allí también adquirió Ikella Alonso una importante formación crítica y artística.
Pero Ikella es una artista que se encuentra ahora en plena madurez creativa.
Después de su extraordinaria exposición individual, titulada “El vuelo de Ícaro”,
en la sala O’Lumen de Madrid, en la que se establecía un interesante diálogo con la
mejor tradición de la pintura, podemos considerarlo ya como uno de los valores
consolidados de la nueva pintura española contemporánea. Y para ello Ikella Alonso,
lejos de genialidades vanguardistas o de ocurrencias oportunistas, no ha encontrado
mejor herramienta que profundizar precisamente en ese diálogo franco y abierto con
la mejor tradición de la pintura. «Si algo es inherente a la pintura —afirma el artista
en una declaración en su curriculum—, se trata del tiempo como particularidad.
Tengo especial interés por el paso del tiempo en la pintura, la duración del proceso
pictórico, la fase física y la permanencia y vigencia de la obra, en el futuro». Con ello
reafirma no solo la tradición, sino también su voluntad de permanencia como artista.
Y la primera tradición que reivindica es, sin lugar a dudas, la de su maestro y amigo
Manolo Quejido. Hacia finales de los años ochenta y primeros noventa realizó Quejido
una interesante serie de cuadros titulada “Pensamientos”, en la que, bajo la advocación
de la flor llamada también pensamiento, le consagraba una meditación a cada uno
de los grandes pintores de la historia de la pintura, pintando esquemáticamente dicha
flor con los trazos y los colores característicos de cada uno de aquellos pintores.
De este modo, el pensamiento (la flor) trataba de pensar igualmente la pintura,
siguiendo un lema reiteradamente invocado por Quejido, según el cual “pintar es igual
a pensar” (Pintar = Pensar).
Para esta nueva exposición —presentada curiosamente de nuevo en el contexto de
una nave industrial—, Ikella Alonso parece haber seguido un procedimiento semejante,
dedicándole un cuadro a cada uno de los grandes maestros de la historia de la pintura,
pero prestándole sin embargo una atención especial a la idea del paisaje.
Tengo la absoluta convicción de que el paisaje es una invención de la pintura.
Los antiguos no conocían el paisaje ni tenían modo alguno de contemplarlo. No solo
no hay pintura de paisaje en los frescos o en la cerámica antigua que nos ha llegado,
sino que tampoco en la literatura se encuentra esa posible contemplación. Ni Odiseo
ni Eneas ni los argonautas, a pesar de que recorren todo el mundo conocido, son
capaces de reparar en modo alguno en las bellezas de los entornos naturales por
los que viajan. La naturaleza no es para ellos algo que admirar ni contemplar, sino
algo ante lo que hay que mantenerse alerta y vigilante, pues está llena de peligros
y amenazas. Tampoco en la Edad Media hay experiencia alguna de paisaje. Cuando
Petrarca sube a lo alto del Mont Ventoux en la Provenza, lo que contempla desde arriba es, por un lado, la poesía clásica latina y,
por el otro, la nueva poesía provenzal. El libro de San Agustín que lleva consigo en
su proceso ascensional le dice claramente: «No salgas fuera de ti. Permanece en
tu interior, pues en el interior del hombre habita la verdad».
Para que apareciera en la pintura la representación del paisaje fueron necesarias
dos cosas: primero, la Reforma protestante y la prohibición de las imágenes religiosas
en las iglesias y, en segundo lugar, el orgullo por la conquista del territorio. No es de
extrañar que fuese precisamente en Holanda donde más se desarrolló, a partir
del s. XVI, la pintura de paisaje. La prohibición de las imágenes en las iglesias obligó
a los pintores a orientarse hacia otros temas. El bodegón, el retrato y la pintura
corporativa se introdujeron como temas recurrentes. Pero, en la representación del
paisaje sobre todo, los holandeses celebraban, por un lado, la manifestación de Dios
sobre la tierra pero, por otro, el orgullo y el heroísmo de las tierras conquistadas al mar.
Por eso especialmente los paisajes holandeses del XVI y del XVII están llenos de presas,
canales y molinos.
Pero también es cierto que esta representación gráfica de la naturaleza es doble. Pues,
por un lado, está la representación del espacio, bajo la forma que conocemos como
mapas o como planos y, por el otro, la representación de lo que todavía en el s. XIX se
llamaban “países”. Mientras que el plano trataba de representar esquemáticamente
el territorio, desde una perspectiva aérea, las vistas, países o vedute ambicionaban
una representación naturalista, desde el punto de vista del espectador. Lo primero dio
origen a la cartografía y lo segundo al paisaje.
En esta exposición Ikella Alonso ha tratado de conciliar ambos modos de representación.
En una especie de doble homenaje conceptual a la pintura, presenta, por un lado,
paisajes. Pero estos paisajes adoptan el punto de vista cenital, característico de
la cartografía. De hecho, sus cuadros, tienen más bien la apariencia de planos
o de mapas. Por eso Ikella titula su exposición “Paisajes planeados”. Pero en
segundo lugar, el artista dedica cada uno de estos panoramas o vistas cenitales
a algunos de los grandes pintores a los que admira, tratando de pintar en ellos
el paisaje del lugar en que nacieron. Sirviéndose de imágenes satélite del entorno
de estas ciudades y pueblos, genera un mapa que a su vez empieza a pintar
y colorear con la paleta y los colores característicos del artista allí rememorado.
Así se conmemora la pintura de Picasso con un cuadro que se titula “Málaga” o la
pintura de Courbet, con otro titulado “Ornans”. En esta relación con la pintura no
era por tanto de extrañar que dos ciudades holandesas ocupasen un sitio preferente.
Así se le dedican cuatro lienzos a Amersfort, la localidad natal de Piet Mondrian,
y hasta quince lienzos diferentes, titulados Rotterdam, al gran Willem De Kooning.
Hasta tal punto es el paisaje tema e invención de la pintura, que la pintura misma
transformó radicalmente su concepto, a través de su obsesión por el paisaje.
De hecho, tanto Klee como Kandinsky, llegaron a la abstracción a través de la
esquematización de los paisajes. El propio Picasso llegó a configurar su idea del
cubismo, evocando la pintura de Cézanne, a través de los paisajes de Horta de Ebro.
Y lo mismo sucedió con Mondrian, también él llego a la abstracción geométrica
pasando primero por el paisaje.
En este planteamiento, sin embargo, hay dos cuadros, al final de la exposición,
en los que el paisaje ya no parece abrirse, bajo la forma del plano, sino más bien
con la apariencia de una ventana que se abriese en el interior de una habitación
con vistas al mar. Se trata de los dos homenajes dirigidos por Ikella Alonso a
Henry Matisse, rememorando algunos de sus cuadros pintados en Niza entre
1916 y 1930.
A pesar de que en ellos la trama fundamental del cuadro está trazada a partir
del plano satelital de Le Cateau-Cambrésis, localidad natal de Matisse, en ellos
sin embargo la representación adquiere más bien la apariencia de reflejos en un
espejo roto. Se trata en realidad del paso de representar lo que en planimetría se
denomina “planta”, a representar lo que los arquitectos denominan el alzado. Se
trata por tanto simplemente de volver a poner en pie la pintura.