miércoles, 22 de enero de 2020

PINTURA EN LOS OJOS. Parejas de Baile + INVITADOS

PROYECTO “PINTURA EN LOS OJOS”
PAREJAS DE BAILE + INVITADOS

En marzo de 2013 llega la primera caja a casa. Violeta, mi hija, comienza un tratamiento de hormona de crecimiento. Proceso que culmina en la actualidad.

Las cajas se iban acumulando en la estantería. Poco a poco eran tantas que empecé a subirlas a lo más alto de la librería del salón. Sabía que eran para algo, pero no tenía la claridad de saber bien para qué. Dejé que el tiempo corriese, como suelo hacer con todo lo que luego se convierte en proyecto. Intuí que algún resultado saldría del guardar estas cajas. Pero no hay nada seguro, tal y como es la vida misma. Nos movemos por intuición y pensamos que quizás algo puede que pase. Pero en verdad, todo es duda, incertidumbre. No es de extrañar que al final, todo se levante y genere una fuerza con la que uno no contaba ni en la intuición. Las cajas superan el centenar y ya no caben en el mueble, a pesar de que las he ido colocando en dos filas, una ciega.

Pasado el verano de 2015, comienzo a encintar las cajas. Las voy cubriendo para luego imprimarlas. Tengo muy claro que van a ser el soporte de este nuevo trabajo. Dejo en su interior el prospecto. La caja suena si se agita. Esto hace de ella algo misterioso, caja secreta. Al no poder abrir la caja y tener presente que hay algo dentro, crea una cierta incertidumbre.

Ya estaba trabajando sobre autorretratos de pintores en la serie “La Charca” (2015-2017). Pero me interesaba mucho la franja de los ojos. Ojos como ventanas, un acceso interior. Al buscar el autorretrato de los pintores, buscaba de forma análoga, el modo de pintar de estos. En una franja muy pequeña, pero muy personal. Nada que ver los ojos de Gauguin, con los de Frida Khalo. Las posibilidades se abrían por el número ingente de autorretratos en la historia de la pintura. Una buena ocasión para estudiar el retrato y la manera de
mirarse uno así mismo. Las cajas poseen el arma-alma con el cual se construye el autorretrato: los ojos, la mirada.

Con las cajas encintadas a falta de imprimarlas. Todo preparado para empezar a pintar. Las primeras cajas son mis pintores de cabecera. Desde este momento la lista sigue creciendo.

La caja, lleva consigo un proyecto ecológico. Normalmente suelen acabar en la basura y en el mejor de los casos en el contenedor azul de reciclaje de papel y cartón. Pero el destino es caprichoso y ha convertido estas cajas en obras de arte, en objetos de lujo. Así de este modo, hemos dado un paso más allá, pasando de un objeto inservible a un objeto preciado.

Cada caja tiene 10 cm de alta por 10 cm de ancha por 3,5 cm de grosor. Todas están pintadas al óleo, entre 2015 y 2017. Hace dos años presenté el primer conjunto de Cajas de Ojos. Un total de 144 cajas de las que había 7 pintoras y 137 pintores. Me pareció estar muy descompensado y por eso me prometí el realizar otra exposición dando la vuelta al número. En este caso se trata de 74 pintoras. Cierto que la mayoría de ellas son desconocidas, hasta para mí. Pero pienso que es muy bueno el hecho de que aparezcan. En el momento que el nombre suena, ya no hay mas que dejarlo seguir. La intención es dar visibilidad a estas mujeres artistas.Todas las cajas de ojos de mujer, están producidas entre 2017 y 2018.

Pero me parece insuficiente quedarse sólo en el hecho de dar visibilidad. Hay que dar un paso más allá y confrontar el trabajo de los pintores/as. Lo entiendo, como si se tratase de parejas de baile. Es el trabajo el que habla. Se genera un diálogo entre la obra de ambos, olvidando el género y concentrándome en la pintura. No se trata de estar a la altura, sino de “baile”, un juego plástico que se produce cuando dos obras entablan una conversación. Las cajas nos miran. Nosotros miramos a los ojos de la pintura. Y en un ritmo de toma y daca, descubrimos la pintura en los ojos.

Llega el turno de los invitados. Como todo buen baile, hace falta la presencia de público y será todo aquel que quiera estar presente en la exposición de un modo personal o representado. A través de una fotografía y un color representativo, pintaré los ojos de los invitados. Es una fórmula para la participación y al mismo tiempo financiación. Pueden ser personales o bien de algún familiar, amigo o mascota.

Quiero complementar la exposición con una publicación que recoja las imágenes de las cajas de ojos con una serie de textos. Para ello quiero contar con la participación de tres personas: Ángeles Caso, escritora, para el texto sobre la mujer artista; Juan López de Uralde, diputado y político ecologista, para el texto sobre lo ecológico; y Marta Marco Mallent, pintora y profesora, para el texto sobre la pintura y el autorretrato.

Este es el proyecto para el espacio “La habitación Nº13” en el Hotel Iberostar Las Letras Gran Vía (Calle Gran Vía, 11 Madrid), para octubre de 2020.

Espero que el proyecto sea de su interés.

Atentamente:
Ikella Alonso.

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